¿Cómo debo guardar mi avance?
Sigue estos cinco pasos para guardar tu avance correctamente.
Guardar el avance es una de esas cosas que restan años de vida. Afortunadamente, existen buenas soluciones, en las que el avance se divide en tantas piezas como sea posible y luego se vuelve a montar, para lo que también hay distintos procedimientos establecidos. La mayoría de los avances Isabella se guarda de una pieza, con los laterales y los paneles laterales con las cremalleras abrochadas. Esto garantiza que el avance ya estará montado cuando quieras volver a instalarlo.
Nota: el avance debe estar tan limpio como sea posible y completamente seco antes de guardarlo.
Cinco pasos sencillos para guardar el avance
- Extiende el techo sobre el suelo/la alfombra con la parte interior hacia dentro, para proteger también el revestimiento del techo.
- Estira de los paneles laterales y dóblalos hacia el centro.
- A continuación, vuelve a doblar el avance varias veces, hasta que quepa en la bolsa.
- Para terminar, enrolla el avance desde la parte de delante hacia el borde trasero para que el bordón (que podría estar un poco sucio tras haber estado en contacto con la guía) quede en la parte exterior. Ahora el avance entrará sin problemas en la bolsa. Los avances de invierno y Universales se pliegan del mismo modo.
- También debes limpiar los tubos y secarlos. Es importante limpiar bien las partes móviles, para garantizar que no se queda arena atrapada en las uniones. A continuación, guárdalos en la bolsa para tubos; por lo general resulta más sencillo insertar los ángulos y las cruces primero y dejar los tubos rectos para lo último.
Así es como nosotros guardamos un avance pero, por supuesto, existen muchas formas de hacerlo. Respetamos la opinión de aquellos caravanistas que prefieren doblar el techo por separado y guardan las secciones de las ventanas con sábanas de algodón en medio para proteger las láminas y evitar que queden marcas de las cremalleras.
La mejor forma de proteger las ventanas es enrollar los paneles laterales en un tubo de cartón sin que queden muy apretados y con una sábana de algodón en medio. Esto es más relevante para los caravanistas permanentes, ya que solo guardan su avance una vez al año y no les importa mucho el volumen resultante.